Recordar el
pasado es la forma más banal de dañarnos a nosotros mismos con recuerdos
dolorosos y tristes, pero también es una de las mejores maneras de aprender del
pasado y de nuestros errores, cuando recordamos revivimos el dolor, o la
felicidad, de antiguos momentos y situaciones, y es en ese momento en los que
podemos darnos cuenta de cuando cometimos nuestros errores. O si no fuimos
nosotros, de quien los cometió. Y aunque duela recordar y parezca una condena
eterna, lo hacemos porque debemos aprender y eso es algo que cuesta muchísimo,
sobre todo si es un error nuestro, por que reconocer un error ajeno o echar la
culpa a alguien de todo siempre será muchísimo más fácil que saber ver nuestros
propios fallos, se necesita un grado bastante alto de madurez pare hacerlo. Así
que analiza tus recuerdos y descubrirás el por qué te atormentan tanto y una
vez conozcas la causa del error trata de aprender de esa etapa pasada y cambiar
tu forma de pensar o actuar en ese tipo situación o volverá a ocurrir lo mismo
que tanto se recuerda y tanto nos duele. Por qué ya lo dijo Albert Einstein: ‘Si
buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.’ Y para no hacer lo
mismo hay que dejar de pensar como antes y replantearnos todas las cosas hasta
tal punto que nos haga ser mejores y poder evitar chocar contra el mismo muro
de hormigón dos veces a 500 kilómetros por hora. Cuando logremos evitar esto,
sabremos que hemos aprendido de nuestros recuerdos, de nuestro pasado.
'Es necesario aprender lo que necesitamos y no únicamente lo que queremos.' - Paulo Coelho.